martes, agosto 30, 2005

México, México, ra ,ra, ra

¿Hasta cuándo entenderémos que México no es un ente aparte, lejano, impersonal? ¿Hasta cuándo se cansarán los medios y las autoridades de inyectarnos una falsa identidad, una mexicaneidad impuesta?

La culpa de la falta de identidad, si es que se vale buscar culpables, la tienen las imposturas de un régimen que a principios del siglo pasado basó la "identidad mexicana" en La Revolución, sea lo que sea que signifique, en odiar a Díaz y en adorar a Juárez; en pensar en verde, blanco y colorado. Lo mexicano no consiste en eso, como tampoco consiste en una campaña de televisión ("Celebrémos México") en la que se exalta a Lucero y a Hugo, al "Potrillo" y a Manzanero. Mucho menos lo es, si la celebración se lleva a cabo en el Palacio de Bellas Artes ante un público selecto: políticos, empresarios, actores de televisión. Una fiesta privada ¡Váya celebración!.

Y es que en mundo globalizado como el que hoy en día tenemos, donde las culturas y las razas y las ideas se mezclan cada vez más, conceptos como patria, nacionalismo e identidad, empiezan a perder sentido. La tecnología, la comunicación instantánea, el internet hacen que el mundo esté en nuestras manos en cuestión de segundos; comenzamos a ser ciudadanos del mundo. ¿Cómo pretender entonces encontrar identidad en iconos y personajes locales? ¿Cómo creer que conocer el traje de china poblana, el mariachi, los voladores de Papántla, nos llenará las venas de mexicaneidad?

La cultura y la historia mexicanas son fabulosas, pero si no se viven no pueden ser llevadas en las venas o en el corazón. Es como el amor, como el dolor, como el placer: hay que vivirlos para entenderlos.

Por eso, parafraseando a Denisse Dresser, no hay que celebrar el México de López Obrador, de Madrazo, de Fox, de Televisa, de los pesimistas, de los diputados, de Martita. Hay que festejar el México que sentimos, el que vivimos; el México de los sábados en Coyoacán, de sus alegrías y sus gorditas; el de las sonrisas de nuestros hijos, el de los tianguis llenos de frutas y flores y colores y vida. Hay que celebrar el México de la literatura de Zaid y de Arreola, de la poesía viva de Sor Juana, de su música y su magia; el de los amigos y los amores, las historias personales y las anécdotas increíbles. El México de playas llenas de sol y mar y arena caliente y empanadas de jaiba. El México del Centro Histórico, sus catedrales, su arquitectura, sus mujeres y sus indígenas. El México que nos arranca sonrisas y nos llena los corazones y nos hace felices, a pesar de los pesares. Ese es el México que yo celebro: el que vivo, el que está vivo, el que me hace reir y llorar. Tú, ¿Qué México celebras?

jueves, agosto 11, 2005

Estado fundamental


Las teorías cuánticas fueron formuladas en los años 20´s por científicos como Heisenberg, Schrödinger y Dirac. En términos llanos, lo que dicen es que la materia (las partículas) nunca está en reposo. Lo que sucede es que tienen un estado de energía baja, o estado fundamental en el que, aunque mínimas, tienen fluctuaciones (oscilaciones).

De hecho, afirman que las partículas no son unidades puntuales discretas (puntitos, como en los esquemas escolares de los átomos), sino que, en virtud de su constante movimiento a altas velocidades, el ojo humano las vería como cuerdas, como una línea ininterrumpida. Esto lleva a pensar que la materia o, por decirlo así, los objetos, nunca se encuentran estáticos, sino que en fracciones de segundo todas sus partículas cambian de lugar sin que lo notemos.

Este es el razonamiento científico que estaba buscando: Aún cuando parece que no estoy haciendo nada, todo el tiempo estoy en movimiento.

domingo, agosto 07, 2005

R&R (reivindicación y recomendación)

Mi Top 5 de razones para publicar este post:

1. Dejar evidencia de que en el Top 5 de voces femeninas que disfruto no se encuentra Shakira.
2. Reivindicar ante Loola mi "buen gusto musical".
3. Inaugurar el mes de agosto.
4. Dejar de expresar la amargura que me invade en "Devoradores de Noticias"
5. Demostrar que hay vida más allá de Thalía y Paulina Rubio

Top 5 de voces femeninas que disfruto:

1.Aimee Mann: Esta güerita nacida en Richmond, Virginia, es representante del pop fino y bien hecho. Todos sus álbumes son recomendables, en especial "Bachelor no. 2 or the last remains of the dodo".

2.Fiona Apple: Antisocial, de voz inconfundible, de ojos, como diría López Velarde, del color del sulfato de cobre (verdes azulados). Sin duda un placer escucharla. Su mejor trabajo: "Tidal" de 1996.

3.Katharine Whalen: No tiene una gran voz, pero tiene un estilo particularmente atractivo para quienes disfrutan del buen jazz. Desde siempre vocalista de los "Squirrel Nut Zippers", que cantan mucho más que polca. Mi favorito: "Jazz Squad", una joya del jazz a tres instrumentos.

4.Ella Fitzgerald: Ella, "Lady Ella" es simplemente la mejor voz dentro del jazz. Curiosamente también nació en Virginia. Lo que se diga es poco: Sin duda sus grabaciones con los sellos "Deca" y "Verve" son tesoros invaluables. Mis favoritos: "Best of Ella Fitzgerald and Louis Armstrong" y "Speak of love" trabajo donde deja el jazz para deleitar a sus escuchas con una serie de baladas formidables.

5.Alanis Morissette. Si cabe una rockera en la lista es precisamente esta mujer. Con su peinado de aguacero y su postura desgarbada, nos tomó por asalto con su rabia y sensibilidad en 1995 con su "Jagged little pill" (aunque ya tenía dos trabajos anteriores editados sólamente en Canadá).
Su "Unplugged" de 1999 bien merece la pena un lugar en el estante de cualquier melómano.

6.Joss Stone: Lo siento, pero el amor me obliga a alargar la lista: Esta inglesita de 18 años de edad y rostro cautivador está demostrando que no hace falta cantar cancioncitas tontas y pegajosas y quitarse la ropa (cosa que sería un deleite) para triunfar. Y es que Dios o la naturaleza o quien sea que sea el responsable le dió una voz portentosa. Dos trabajos hasta el momento: "The soul sessions" y "Mind, body & soul", ambos garbanzos de a libra en esta cada vez más corrupta y cínica industria musical.

Vale la pena escucharlas, de verdad las recomiendo.