Para ese momento estaba sudando frío. Su pie desnudo se metía sin ningún recato entre mi pantalón y mi calceta y yo estaba a punto de enloquecer. A cada parpadeo el mensaje de mis ojos cambiaba: si sigues ,no te quiero decir donde vamos a terminar/si sigues, aquí va a haber al menos dos muertos. Y es que una cosa son los coqueteos de pasillo y otra las flagrantes caricias por debajo de la mesa a escasos 3 metros de su novio. Cuando por alguna razón (seguramente mi cara de susto) ella alejó su pierna, escribió discretamente en un post-it:
“Miedo?...que tal hoy a las 7:00?. Te espero. Vero”
¿Miedo yo? ¡Qué le pasa a esta vieja! ¡Nada más por que Miguel es mi amigo!
-Miguel no es tu amigo, me dijo Paco, mientras con una enorme carcajada, leía el post it en uno de los jardines de la escuela, justo ayer dijiste que era un pobre güey, que Vero te ha estado coqueteando todo el semestre y él ni en cuenta...-Sí, pero...una cosa es coquetear mientras el güey no está y otra muy diferente es...y claro que no me da miedo.
-Pues entonces ve, tíratela y se acabó...
El asunto era, según yo, un juego de perder-perder. Pero las hormonas no saben de teoría de juegos, así es que fui a mi casa, hice todos los preparativos que una situación así amerita y a las seis de la tarde salí a completar mi gallarda empresa.
Una caricia llevó a otra. Los besos se multiplicaban. A punto de dar el siguiente paso, ella se detuvo y dijo: no puedo seguir...no es el momento y además tengo novio....Y entonces, ¿todos tus coqueteos? ¿y lo de hoy en la mañana? Pregunté. No pensé que vinieras, contestó, lo siento, era sólo un juego. Eres un buen tipo, me gustas, pero si Micky se llega a enterar...
Dicen que el sexo lo cambia todo, ¿Acabábamos de echar a perder la extraña magia que nos unía? ¿el pre-sexo cuenta? Salí del departamento, caminé a mi auto y ahí estaba yo, con un extraño sabor de boca y escuchando a lo lejos, como entre sueños, la cavernosa voz de Robert Smith:
…in the dark I hear her voice and start to run
Into the trees, into the trees, into the trees
Suddenly I stop but I know it’s too late
I’m lost in a forest all alone
The girl was never there,
It’s always the same
I’m running towards nothing
Again and again and again and again…
Nota: la versión que aquí se escucha es de una banda llamada Nouvelle Vague, ampliamente recomendable.
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